martes, 19 de abril de 2011

Jordi Cervera (1971) – Guitarrista

Jordi Cervera (1971) – Guitarrista
Entrevistado por J.-C. Martin
11-04-2011

“Yo creo que la música me permite evadirme y pensar en cosas que se separen de la realidad, como si estuviera en otro mundo.”



Muchas gracias Jordi por recibirme y participar en el proyecto valliranArtística. ¿Hace mucho que tocas la guitarra?
Empecé en 1996.

Antes de empezar a tocar la guitarra, ¿qué relación tenías con la música?
Escuchaba música todos los días y a todas horas.

¿Desde muy pequeño?
Desde los doce. Antes escuchaba la música que escuchaban mis padres. Y a partir de los doce años, empecé a escuchar otras cosas gracias a mis amigos.


¿En tu casa había música? ¿De qué tipo?
Sí, por la radio y mis padres compraban discos. Me acuerdo mucho que les gustaba Perez Prado, también los Sirex, los Mustang.





¿Recuerdas, antes de los diez años, vivir en un ambiente bastante musical?
Era a diario, pero no era tanto como yo lo hago. Para mí, a partir de los doce, era imprescindible escuchar música. Hasta me ponía a estudiar, y casete tras casete, claro, entonces eran casetes.



¿Qué comprabas?
No, que grababa, todo era grabado, no teníamos dinero…

¡Eras un pirata!
Sí, sí. Era a principio de los ochenta y la economía… El que podía comprarse un disco era un poco fuera de lo normal. ¡Y el que compraba el disco se lo grababa a todos!

¿Qué sitio ocupaba la música en la escuela?
En EGB no había música, nada, cero. Yo no sabía nada de música hasta primero de BUP. Por primera vez tuve una clase de música.

¿Qué enseñaban?
Aprendías las notas, el pentagrama, a leer un poco la música. ¡Y empecé a tocar la flauta! Tenía unos trece años.


¿Y tus hermanos?
Somos cuatro hermanos, pero el más fanático soy yo.

¿Qué pasó a los doce años que te despertó musicalmente?
Lo típico, te despiertas de todo. Empiezas con un grupo de amigos y en el mío siguieron el bum del Heavy-metal.

Y como Obelix con la poción mágica, tú caíste en el Heavy-metal.
Exacto. Y como a mis amigos más cercanos también les gustaba, pues… Era un modo de vida muy relacionado con el tipo de música.


¿Tenías el pelo largo?
Sí, sí. Botas, los tejanos estrechos, las camisetas heavy, ¡y todavía las tengo!, los parches. Era un estereotipo que a mucha gente le… Era nuevo, muy excéntrico, y a mucha gente no le gustaba.

Una generación que necesitaba identificarse con algo y demostrar que pertenecían a este algo. ¿También ibais a conciertos? ¿Recuerdas tu primer concierto?

No sé si fue el primero pero sin duda el que más se me quedó grabado, Fue un Monster of Rock  de Barcelona, en la Monumental. Entré con un amigo a las cinco y salimos a las tres de la madrugada. No tenía todavía diecisiete años, en 1987. ¡Hasta he guardado las entradas! Eran cinco grupos: primero un grupo español, Manzano, luego Anthrax, Helloween, Metallica y el último, Iron Maiden.



¿Qué opinaban tus padres de tus gustos musicales?
Nunca me han dicho nada, sólo, de vez en cuando, me pedían bajar el volumen… Tampoco me decían nada por el estilo de vestir.

¡Así que tus padres eran unos sabios que sabían que las locuras adolescentes van pasando con el tiempo!
No sé si lo sabían pero desde luego no me decían nada. Supongo que pensaban que al hacerme mayor cambiaría la cosa. Eran muy tolerantes.

¿Llevaste uno de tus hermanos a tu terreno musical?
Sí, quizá no es tan fanático como yo, pero fue él que más me siguió. Si me compraba un disco se lo tenía que grabar. Y tiene muchos discos míos que le he pasado…


¿Te acuerdas de tu primer vinilo?
Fue un regalo que un amigo mío me compró en Andorra -a España no llegaba todos los discos-, era un disco de Accept.



¿Y lo de empezar a tocar? ¿Por qué no empezaste antes? ¿Tenías ganas pero te faltaba un empujón?
Pues, nunca me lo había planteado. Y un día llegué a casa de un cliente que tenía un montón de guitarras y muchos artilugios de música. Y fue como abrir los ojos, de repente pensé que no estaría mal aprender a tocar. Se lo dije y empezamos. Estuve con estas clases durante unos seis años.


Supongo que era aprender primero los acordes, un poco de teoría, leer una partitura, tablaturas… También creo que salieron en la época unas revistas.
Sí, Guitarrista y Guitarra Total. Venía una serie de ejercicios y luego una canción completa con la base de acompañamiento, es lo que más me gustaba.



¿El hecho de tomar clases repercutió sobre tu manera de escuchar música?
Sí. Siempre me querían convencer de que el tipo de música que me gustaba eran meros gritos y ruido. Y realmente descubrí que no era así. Era construido. Era un estilo más complicado de lo que la gente tenía como concepto. Pero sí que es verdad que aprendí a escuchar otros estilos de música.

¿Durante este periodo, digamos entre los veinticinco y los treinta, descubriste otros grupos, otros estilos?
Sí, sobre todo de guitarristas digamos más puros. El tema del blues o del jazz, por ejemplo, que nunca había escuchado, o la guitarra española. Nunca había escuchado Paco de Lucía o Vicente Amigo. También en el heavy descubrí el Metal progresivo, Dream Theater, Stratovarius. Son grupo que han entrado en mi vida y que escucho bastante a menudo. A pesar de ser un “heavy clásico”, estos grupos…



Sí, son grupos extremadamente técnicos, y con piezas muy complejas.
La verdad es que al escucharlos uno piensa que han tenido que estudiar mucho para tocar este tipo de música. Pero por la parte del blues, por ejemplo el Javier Vargas, al contrario, no sabe ni escribir ni leer música, o el Steve Ray Vaughan.


¿Has escuchado a otros guitarristas más antiguos como Jimmy Hendrix?
No es de mis preferidos.

¿Y ahora cuáles son los grupos que más escuchas?
Escucho un poco de todo pero sobre todo heavy, y dentro del heavy escucho bastante metal progresivo.

¿Un grupo en especial?
A mí me gusta mucho Stratovarius, sobre todo los primeros discos.



¿Cuál fue tu último concierto en directo?
Gary Moore.

¿En los últimos diez años cuáles son los conciertos que más te hayan marcado?

Cuando fui al Velódromo para ver a Al di Meola con Paco de Lucía y John McLaughling. Fue mi primer concierto que no fuera heavy. Y me impactó. Otro que también me llamó mucho la atención fue un concierto en el Palau de la música, Richard Bona con Bireli Lagrene, Larry Coryel y Billy Cobham, en el 1997, Spaces revisited, y como telonero un grupo vasco, el David Xirgu Quartet (http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/1997/10/15/pagina-42/34620459/pdf.html)



¿Hoy en día sigues siendo un oyente fanático?
Sí, a todas horas, trabajando, en el coche pero ¡sobre todo en la ducha, es el mejor momento!

¿Por qué crees que tienes esta necesidad?
Yo creo que la música me permite evadirme y pensar en cosas que se separen de la realidad, como si estuviera en otro mundo. Si un día estoy bajo de moral procuro poner una música que me levanta el ánimo. También lo que me pasa es que cada disco me recuerda la época de mi vida que le corresponde. Recuerdo discos cuando tenía diecisiete años, también lo que estaba haciendo cuando escuchaba este disco. Recuerdo muchísimo una verbena de San Juan con un grupo de amigos, recuerdo los discos que me llevé ahí. O después de la cursa del Corte Inglés cuando íbamos a la playa, pues recuerdo los discos que escuchábamos en el coche.

¡Para ti la peor desgracia sería quedarte sordo!
¡Desde luego!

1 comentario:

  1. Al verte tan formal y serio, no se diría nunca que eres un fanático de este tipo de música. Me ha gustado la entrevista y el diseño de la página. Enhorabuena. Felicidades.

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