sábado, 5 de mayo de 2012

Elena Almeda - Pintura y escritura


Elena Almeda – Pintura y escritura
Entrevistada por J.-C. Martin
Abril 2012





¿Me puedes contar cuándo y cómo descubriste escritura y pintura, y cuál fue o cuáles fueron los elementos que te llevaron a optar por estos medios de expresión?

Puede que ambas, estuvieran ahí desde siempre y en vez de ver ese atajo para desarrollar algo que me llenaba y satisfacía, la vida me llevó por un "GR" - largo recorrido-   hasta llegar años más tarde al camino  y seguirlo. Empecé a escribir hará unos 20 años, pero ya en el colegio, a un profesor le pareció ver en mi "madera" literaria. En una excursión de final de curso, ... y lo recuerdo con dulce nostalgia, gané el premio a la mejor redacción y me regaló dedicado, el libro " Mujercitas " que aun conservo. También en mi trabajo, durante muchos años, digamos que esta facilidad me ayudó en mi puesto de secretaria.







¿El polifacetismo es una manera de expresar lo mismo gracias a varios médiums o una manera de distribuir y canalizar imaginación, emociones concretas, etc., en función de cada especialidad?

Más bien diría que de distribuir y ampliar  tu imaginación, la ejercitas  lo suficiente para que las emociones afloren y éstas impulsen al cerebro, para poder consolidar esa necesidad de crear y la idea empiece a palpitar por sí sola. Pero no creo que exactamente sean emociones concretas.




¿Hay momentos y espacios concretos para escribir o pintar o, al contrario, sigues tus impulsos y “sale cuando sale”? En otros términos: ¿Eres disciplinada o impulsiva?

Empezaré por la segunda pregunta del párrafo. Sí, soy disciplinada y muy respetuosa con quien en momentos determinados, sean exposiciones, galerías o ferias, se para delante de un cuadro mío. Con lo cual el “sale cuando sale” ha de ser con una coherencia y siempre con la base que me impulse a  ilusionarme, con un proceso más o menos largo de maceración. Pero sí que ha de haber un “flechazo” con la idea.

¿Escribir o pintar es un trabajo o un placer?

Rotundamente para mí, el pintar y escribir es un placer, “con mayúsculas, subrayado y con negrita.” No me lo he planteado, pero creo que si lo viera como un  trabajo cuando pinto o escribo, puede que no sería “yo” y sería más comedida o menos libre manifestando lo que siento, ya que un trabajo, se traduce en negocio y el negocio en dinero. Puedo estar equivocada, pero hoy por hoy, no me he planteado pintar ni escribir nada que no salga “de las entrañas del volcán”.



En relación con la pregunta anterior: Tal como un músico trabaja sus escalas, ¿te planteas la escritura o la pintura como un continuo desarrollo y aprendizaje? ¿Cuáles son tus “escalas”?

Creo que en estos momentos difíciles, las escalas han de ir en zapatillas y poco a poco, día a día, “alimentar lo que te alimenta” estar en contacto con gente de estos círculos, transmitir tu sentir, acostumbra a tener efectos “boomerang” y nunca se sabe... Creo que mientras podamos pensar en positivo, (aunque a veces caemos en pozos de adversidades). Pues eso, mientras tengamos la energía suficiente, esa parte viva, vital, del niño que hay en todos nosotros y que es muy necesario esté bien nutrido para luchar en el constante aprendizaje, esas escalas, van creciendo y cobran forma tímidamente, aunque por supuesto con el soporte y  ayuda de tu entorno próximo.


En su penúltima novela, Dublinesca, Enrique Vila-Matas hablaba de las obligaciones del lector y se preguntaba por la reaparición del lector con talento, escribiendo lo siguiente: “Los escritores fallan a los lectores, pero también ocurre al revés y los lectores les fallan a los escritores cuando sólo buscan en éstos la confirmación de que el mundo es como lo ven ellos…”. ¿Qué esperas de los que te leen o miran tus cuadros?

Más bien creo que los lectores fallan a los escritores y en ningún momento pienso que el mundo del que escribe es un mundo aparte, sino añadido, aunque el escritor sí  que ha de ser exigente consigo mismo y siempre intentar de sorprender a su público y no encasillarse.  El talento es algo que pesa poco, pero es el todo para que nuestro motor funcione  con  una “permanente puesta a punto” en cualquiera de las facetas de la vida.


Hablemos de tus cuadros. ¿Cómo llegaste a utilizar tantas técnicas distintas para componer tus obras?

Cuando empecé a pintar, lo asocié como al niño que empieza su primer curso en el  colegio, o sea parvulario. Intentaba dominar el pincel y los colores. Al igual que él sus lápices, pulso y proporciones. Después de un tiempo de prácticas, totalmente autodidactas, hice un curso de tres meses de pintura creativa y ahí, con los empujones del profesor, fue saliendo la verdadera vena de lo que me gustaba hacer. Empecé a perder el miedo, pensando simple y llanamente que lo que hacía era para entretenerme y disfrutar. A partir de ahí, me hice de asociaciones de artistas. Soy de tres. Empecé a participar en exposiciones, ferias etc., con lo cual eso requería esfuerzo, tesón, perseverancia, motivación, comunicación. Ese aprendizaje empezaba a izar su bandera, aunque sin un rumbo determinado. Pausadamente, canalizaba mis modestos objetivos. Necesitaba innovar, crear un estilo propio, experimentar y sobretodo pasármelo bien con lo que hacía.



¿Puedes explicarnos un poco cómo te planteas la composición de un cuadro?

Las pequeñas bases adquiridas, siempre me han valido como punto de salida, pero cuando se me ocurre qué material voy a emplear, ahí empieza la revolución y me sumerjo junto a esa idea, procurando hacerlo cada vez mejor, pero al mismo tiempo, como si fuera la primera vez. Ocasionalmente influye el estado de ánimo, aunque el subconsciente muchas veces hable por mí. A veces veo fotografías por Internet, otras provoco entrar en complicidad con una imagen que me atrae. Nunca copio. Utilizo la imagen como base. Aunque a veces uso varias ideas y hago un pack.

 ¿Tienes temas predilectos?

Sin querer y aunque no tenga específicamente un tema predilecto, me producen mucho placer los temas de naturaleza: nubes, montañas, flores, praderas, cielos... Puede que por la añoranza de no poder estar ahí pintándolos en directo.



¿Consideras cada obra como un mundo en sí o la relacionas con las anteriores y el proyecto de las que están por venir?

No las relaciono. Cada obra  tiene su propia identidad, pero su ADN sí que forma parte de la misma familia.

Haciendo una especie de historia personal, ¿has tenido periodos creativos distintos y las podrías detallar un poco?

Si al decir distintos periodos creativos, te refieres a evolutivos, te diré que sí. Me he engolosinado en realizar mis obras en tamaños grandes que permiten dejar una huella más profunda y laboriosa, de los materiales aplicados, bien  collage o técnicas mixtas. Pero también más peligrosas a la hora de ser transportadas. Y ahora, estoy optando por cuadros más manejables y más fáciles de transportar.

Hablemos ahora de escritura. ¿Hay escritores/-as concretos/-as que te han impulsado o conducido a la escritura, o quizá una obra especial?

Al igual que la pintura, puedo quedarme con el poso de una lectura, pero cuando  escribo, lo hago en lo que en ese momento me dicta el corazón y sin ninguna influencia. Aunque reconozco que  cuanto mayor es el conocimiento tu percepción se ve favorecida a la hora de llegar al lector.



¿Qué tipo de lectora eres: compulsiva, selectiva, diletante, exigente, etc.?

Simplemente, soy selectiva.

¿Cómo lees: con expectativas concretas, con ojo crítico, con  búsqueda del placer de la lectura, etc.? ¿Lees con lápiz en mano?

Me contradeciría en la pregunta que me has hecho antes,  si te digo que leo con ojo crítico o  lápiz en mano, pues valoro mucho el esfuerzo del escritor que necesita siempre reconocimiento y valoración. Pues piensa mucho, se documenta más,  se quita horas de sueño y normalmente, cuando escribe “fin” en su obra, es un “inicio”  de interrogantes, antes de  saber que recibe buenas críticas y la gente llama o no, a la puerta de su nombre. Con lo que me quedo con el placer de la lectura (selectiva).

 ¿Se publica demasiado?

En estos momentos, creo que hay mas oferta que demanda. Por supuesto que hay mucha gente que lee, pero creo hay un pequeño bache literario. Sí, puede parecer que se publica demasiado, pero en realidad se lee menos.

 ¿Internet es sólo un cambio paradigmático de soporte o una alteración profunda de la relación autor-lector?

Es un cambio de hábitos. Hemos de acoplarnos a las nuevas tecnologías. Internet, tiene su lado positivo, pero sí que crea una alteración entre autor-lector. Si esta pregunta se hubiera producido dentro de 30 años o menos,  no habría cabido la duda. Internet será el “padre superior “ para todo.



Por lo que he leído de ti, básicamente relatos cortos, he podido apreciar que te gusta introducir elementos mágicos o maravillosos en tus textos. ¿A la realidad, le falta una sobre-dimensión para ser más llevadera?

Efectivamente, a la realidad le falta casi siempre una sobredimensión para ser más llevadera. Creo que a la literatura de a pie, no podemos ponerle cara seria, ni rígida, ni encorsetarla con un traje militar. El sentido del humor, el doble sentido de las frases, mezclándole una ironía bien etiquetada, con el aderezo de fantasía y el talento del buen lector, hacen que cuando el libro está delante tuyo, no te sientas metido en unos zapatos, que no te dejan respirar los pies, sino en unas cómodas zapatillas, con las que te sientas cómodo y relajado y cuando cierras el libro, quedes imantado a su contenido.

 ¿Hoy en día, la literatura ocupa algún lugar concreto o se está difuminando en miles de intentos sin rumbo alguno?

A pesar de nuestros intentos, el caudal de este río va cogiendo mucha fuerza y aunque aun quizás no sea alarmante, el hecho de hacerme esta pregunta quiere decir que “cuando el río suena, agua lleva“.



¿Cuáles son las cualidades y aptitudes indispensables para ser un buen escritor?

Creo que las principales cualidades han de ser saber escuchar. Se aprende mucho. Otra puede ser, saberse poner en la piel de otros, sentir lo que sienten. Ser buen observador. Siempre lo primero es soltar al lápiz. Que corra, cabalgue o haga sus pausas. (Igual que ese perrillo que hace horas que no ve la calle, y se vuelve loco al tener contacto con la tierra). Sólo entonces estará capacitado, para cumplir su función de llegar al lector de la cabeza a los pies.

Creo que participaste, con Antonio García Lorente, en Vilapoètica, en Viladecans. ¿Qué esperas de estas manifestaciones?

Sí, participé en dos ocasiones con Antonio García Lorente. Una, en el libro “Sonrisas del Sahara” en un festival que se hizo a los niños de acogida saharauis en 2010 en El Prat de Llobregat. Y otra con el libro “El crak del 2009” en Viladecans, en el mismo año. Éste era la recopilación de situaciones extremas de gente que ya masivamente, iba perdiendo su trabajo. Cada vez que hago una colaboración, no espero nada en concreto, sólo el participar y compartir con otros escritores nuestro sentir. Y el hecho de estar ahí, ya es avanzar en el camino.



¿Llevas mucho tiempo escribiendo poesía?

Sí, bastante tiempo. Los mismos 20 años que llevo escribiendo, he intercalado poesía.

¿Cómo ha ido evolucionando tu escritura poética a lo largo de los años?

Vale el mismo ejemplo del parvulario. La práctica allana el terreno. Cuando leo poemas “antiguos” veo un gran cambio en las expresiones y me río de mí misma. Igual que cuando miro una fotografía en blanco y negro. Puede que ahora, al pensar que lo que escribo puede ser publicado o leído en voz alta, ha hecho que busque llegar con profundidad al que me escuche o lee con la necesidad de que viva ese poema conmigo, de la mano de la complicidad y  comprensión. Lo cual me lleva a ser mucho más crítica conmigo misma. Cuando empecé, nunca pensé que podía avanzar y escribía para mí, como una terapia, como una confesión anónima y silenciosa de mi sentir, sin  temor a ser criticada, ni pretensión de ser comprendida.

Si te pidiera que me hablaras de tu poesía, ¿qué nos podrías decir?

Cuando se es sincero y nunca se pone “caretas” delante de nada, es fácil que te hagan una “fotografía” cuando recitas. Incluso cuando hablas. He asumido ese riesgo, que va un poco atado a tu intimidad que sale camuflada entre líneas.



¿El mundo es cada vez menos poético?

Sí, desgraciadamente, ser romántico es algo en desuso y un poco anticuado. El mismo progreso y evolución empuja con tal fuerza que muchos valores pierden su potencial. La poesía en estos momentos se va debilitando delante de las nuevas  generaciones que combaten con Facebook, You-tube, móviles, Tuenti, chats,  botellones, etc. Muy a nuestro pesar iniciará un rumbo a lo desconocido, puede que no lo lleguemos a ver.

 ¿De qué otro arte te sientes más cercana?

Me encanta la música. No toco ni domino ningún instrumento, pero me hubiera gustado mucho que el piano y yo fuéramos muy amigos. Admiro muchísimo a los músicos. Lo que han de ensayar todos los días y el sacrificio que representa una carrera tan larga. Ellos también hacen poesía con la música.



¿Hay otro(s) camino(s) expresivo que te gustaría o que te hubiese gustado recorrer?

Pues unido a la anterior pregunta, sin duda a tocar el piano.



¿Pintar o escribir te hacen feliz?

Verdaderamente muy feliz. Cuando he ido “soltando lastre” y han aflorado, sentimientos, emociones, proyectos, ideas, satisfacciones, placeres e inquietudes, el cóctel tiene ya un nombre propio: Felicidad.



Para acabar nos podrías recomendar:

1)   Un disco: Noelia, de Nino Bravo (aunque me gusta toda su música).
2)   Un libro (prosa): Una maestra en Katmandú, de Vicky Sherpa (y biografías).
3)   Un libro (poesía): Poemas de amor, de Pablo Neruda.
4)   Una película: La vida es bella (inigualable).
5)   Un lugar por visitar: La Toscana (desde que vi la película,” Bajo el sol de la Toscana).
6)   Un cuadro: Patio. Vendedor de naranjas de Joaquin Mir, me encanta su fuerza, su colorido. Era un niño  mayor pintando.
7)   Una página web o un blog de interés: Cualquiera sobre información cultural.

Todas las obras que aparecen en esta entrevista son de Elena y están en su blog:
http://elenaalmeda.blogspot.com.es/p/mi-galeria-de-pintura.html

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